Hace unos 3 o 4 años estando de campamento en Uruapan, Mich. se me ocurrió meterme a medio pueblo a una tiendita de 2da mano. Me encontré acetatos de Carly Simon y libros viejos, entre ellos, uno que me llamó la atención.
El homónimo hijo del reconocido Max Aub fue compañero de preparatoria de mi mamá y de mi tío, entonces cuando leí el nombre en la portada mi acto reflejo fue darle una hojeada.
La verdad es que encontré mucho más de lo que esperaba. Era un libro en perfecto estado, empastado y fuera de lo común.
Esto no era una novela, ni una biografía, ni una selección de cuentos.
Esto era una interesantísima recopilación de confesiones publicada en 1957.
¿Pero confesiones de qué? Ahhh pues eso es lo más llamativo.
Asesinos de Francia, España y México fueron cuestionados acerca de por qué cometieron el acto que los nombró asesinos.
Las respuestas son claras y concisas, sin ningún arreglo.
Unas más largas que otras, pero al fin directas.
Y lo más loco de todo es que Max recurrió a la ayuda de cierto cactus mágico oaxaqueño para obtener algunas de las respuestas. Sí señores, hablo del Peyote.
Este libro me hizo pasar grandes momentos.
Los dejo con un ejemplo de lo que se puede encontrar en esta monería.
"Era imbécil. Le di y expliqué la dirección tres veces, con toda claridad. Era sencillísimo: no tenía sino cruzar la Reforma a la altura de la quinta cuadra. Y las tres veces se embrolló al repetirla. Le hice un plano clarísimo. Se me quedó mirando, interrogante:
- Pos no sé.
Y se alzó de hombros. Había para matarlo. Lo hice. Si lo siento o no, es otro problema".
Si les gustó o les interesa, háganmelo saber y con gusto les pongo más respuestas entcontradas en el libro.
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